Queremos celebrar el amor, pero también todo lo que hemos vivido y aprendido junto a vosotros. Porque sois parte de nuestra historia y nos hace felices saber que estaréis allí en un día tan especial.
Gracias de corazón por acompañarnos, por vuestro tiempo, por vuestras sonrisas y por todo lo que aportaréis a esta celebración.
Brindaremos por el pasado, por el presente y por todo lo que está por venir. Y deseamos que el cariño que nos une siga reuniéndonos muchos años más.
Con mucho amor,
Sara Lucía Aponte Loaiza y Pedro Pereiro Figueiras
Nuestra Boda
Fecha y Lugar de Celebración
Fecha de la celebración: 27 de septiembre de 2025
Ceremonia en la Iglesia de Santa María de Bemil a las 17:00h
Posterior Celebración en Pazo a Toxeiriña
Para hacernos un detalle, os dejamos nuestra cuenta bancaria:
IBAN: ES13 2080 5401 5930 4020 2178
Entidad: ABANCA CORPORACION BANCARIA, S.A.
Titular: Pedro Pereiro Figueras
Concepto: Regalo de boda + vuestro nombre (para que podamos agradeceros personalmente)
¿Por qué regalamos almendras en vuestra invitación?
Es una tradición muy antigua… ¡y con mucha historia detrás!
Todo empezó con una leyenda griega:
Filis, una princesa, se enamoró de Demofonte, un joven héroe. Se casaron, pero él tuvo que volver a su tierra con la promesa de regresar pronto. Pasaban los días y Filis lo esperaba cada mañana en el puerto… pero él no volvía. Al final, pensó que la había olvidado y murió de tristeza.
Los dioses, al ver tanto amor, la transformaron en un almendro seco.
Pero cuando Demofonte por fin regresó (¡tarde, como no!) y abrazó el árbol con lágrimas en los ojos, ocurrió algo mágico: el almendro floreció en pleno invierno.
Desde entonces, el almendro simboliza el amor fiel, la esperanza… y el milagro de que algo hermoso puede surgir incluso en los peores momentos.
¿Por qué cinco almendras?
Porque cada una representa un deseo bonito que queremos compartir con vosotros:
Salud
Riqueza
Fertilidad
Felicidad
Longevidad
¡Cinco cosas que todos queremos para una vida feliz!
¿Por qué están cubiertas de azúcar?
La almendra, por dentro, es un poco amarga. Pero al cubrirla de azúcar, se convierte en un pequeño recordatorio de lo que es el matrimonio:
Una mezcla de momentos dulces y otros no tanto… pero que, con amor, siempre acaban sabiendo bien.
Así que cuando veas estas almendras, piensa que no son solo un detalle:
Son un símbolo de amor, de buenos deseos… y un pequeño “gracias” por formar parte de nuestra historia.